En el 2008 descubrí el Karité en un orfanato donde trabajé unos meses. Cada día las cuidadoras untaban a los peques con una especie de aceite que se lo ponían hasta por dentro de la naríz. No entendí nada, así que me informé mejor sobre este producto!. Y a partir de ahí, estoy enamorada del Karité!!!.
Además son las mujeres las que lo producen. En Burkina Faso existen miles de asociaciones formadas por grupos de mujeres que pruducen la famosa Manteca de Karité. Gracias a ella sobreviven muchísimas familias que tienen muy pocos recursos.
El proceso de producción requiere sus pasos para llegar a extraer la manteca de karité.
El inicio empieza a partir de un árbol llamado Karité que crece en todo Africa Occidental. Tarda unos 20 años en dar los primeros frutos. Y a partir de ahí, cada año produce a partir del mes de marzo unos frutos de color verde del tamaño de media naranja, que se comen y dentro contienen el gran tesoro: La nuez del karité.
Las mujeres, cada año, recogen cantidades de frutos en los poblados. Recolectan todas las nueces extraídas del interior hasta que tienen una cantidad considerable.
Una vez tienen bastantes nueces, sacan la cáscara para obtener una especie de almendra que se encuentra en el interior de la nuez. Ésta almendra es la base para empezar la producción. Primero se dejan secar al sol, las extienden en plena sabana Africana y allí se secan en pocas horas.
Después las almendras se muelen. Aquellas mujeres que no tienen un molino lo hacen manualmente picando una por una con un mortero tradicional. El molino acelera mucho el proceso, triturándolas en pocos minutos.
Al tenerlas bastante trituradas, se cuecen. Y después se vuelven a moler hasta obtener una pasta líquida de color marrón chocolate.
A partir de aquí empieza la emulsión para lavar bien la pasta marrón. Se mezcla agua en pequeñas cantidades. Las mujeres baten sin parar durante más de una hora hasta que el agua se va oscureciendo y la pasta se va aclarando quedándo de color blanca. Éste agua sucia se aparta y “se puede dejar secar pudiendo utilizarla como carbón, cerrando así el ciclo”.
La pasta blanca se pone a fuego lento durante varias horas hasta por fin obtener el aceite de Karité!.
Este aceite después se filtra y se almacena en potes de plástico, barreños etc... Al enfriarse se solidifica quedándo una crema de tacto más rugoso, como la mantequilla, que al calentar “al baño maría”, vuelve a ser aceite!.
La manteca de karité es un producto 100% natural, suaviza la piel, hidrata, contiene vitaminas, y en África en la época de polvo, donde la meningitis es muy común, la utilizan como preventivo poniendo a los niños este aceite en el interior de la naríz para evitar que el polvo entre y pueda transmitir algún virus.
Después la manteca puede mezclarse también con aceites esenciales y crear diferentes jabones, cremas de distintos aromas y mil variedades de cosméticos, antiarrugas etc...
Se venden en los mercados, los pueblos y en las ciudades, tiendas, supermercados... Se exporta a todo el mundo... en fin que...
ESTOY ENAMORADA DE ESTE PRODUCTO NATURAL!.
Sacando la cáscara
Separando las Almendras
Las mujeres no solo trabajan, aprovechan para charlar entre ellas
Secando las Almendras
Las de color negro se apartan, no son puras para la fabricación
Moliendo las Almendras tradicionalmente, con el mortero
Triturando las Almendras con el Molino
Cociendo las almendras a mano
Cociendo con horno
Se vuelven a moler manualmente hasta obtener la pasta marrón
Con el molino
Mujeres batiendo la masa; con las manos en la masa
Se va añadiendo agua
El agua sucia se almacena y se deja secar para reutilizarla como carbón
Se prepara el fuego...
La pasta limpia, de color blanca, se prepara para calentarla
Se hierve a fuego lento unas cuantas horas
Hasta que se vuelve aceite; EL ACEITE DE KARITÉ
Se filtra el aceite
Y por último se almacena en potes
Preparado para exportar