BIENVENIDOS A OUAGADOUGOU, CAPITAL DE BURKINA FASO
El primero que te recibe cuando aterrizas en Burkina es el Querido Calor.El día 1 de junio llegué a Ouaga, justo la temporada seca había terminado y el tremendo calor estaba allí esperando ansiosamente. Al bajar del avión la ostia que te llevas no es pequeña! A estas sensaciones las llamo "Bienvenidas Africanas". Ya que África a medida que caminas por ella te va recibiendo con Bienvenidas de todo tipo.
El calor es la primera BIENVENIDA!
Los primeros minutos en el aeropuerto cambian demasiadas cosas de golpe. El ritmo europeo con el que llegas, deja de existir. Ese ritmo frenético, rápido, estresante que es justo lo que te daba sentido por creer que corriendo por la vida eres más productivo y mejor... Deja de existir y tener sentido en África. Algo que requiere tiempo para comprender y adaptarte.
Lo único que pensaba durante mis primeros pasos en el aereopuerto era; "Respira poco a poco y ves en busca de tus maletas, a ver si hay suerte". Algo aparentemente fácil y absurdo se convierte en ese momento en lo más importante. Conseguir las maletas y salir del aeropuerto.
Cuando el calor esta tan cerca de ti, abrazándote sin soltarte, cada pasito que das se convierte en un reto personal.
Muchas veces este reto se hace difícil de valorar por la desesperación que te genera pasar tanto tiempo en algo supuestamente sencillo, algo que nunca me había parado a pensar que conseguirlo tiene su valor. Algo que piensas que te esta robando tu tiempo impidiéndote hacer otras cosas más importantes.
Realmente cuando conseguí salir con todas mis maletas, sentí una alegría enorme!. Y entonces pude pasar a la segunda cosa, esta vez importante; Recibir a Moumouni en el aeropuerto.
Solo llevaba 1hora en Ouaga y realmente las dos únicas cosas que hice se convirtieron en algo muy especial por sentirlas y vivirlas en el momento presente.
Los primeros días en Burkina fueron muy duros por este motivo. Por tener que soltar mi ritmo y dejar que las cosas ocurran a su tiempo, sin demasiadas ilusiones ni expectativas. Sin esperar hacer lo previsto, sin esperar hacer demasiado para sentirme realizada, sin esperar que todo vaya más deprisa, sin desesperarme si no puedes hacer lo que pensabas hacer hoy.
Por el contrario te pasas el día esperando ya que todo va muy lento. Esperas a ver si finalmente puedes coger un taxi, comprar agua, abrir la luz... o cualquier cosa. Todo requiere su tiempo. Nunca sabes cuanto... A veces son días, semanas... depende.
La vida aquí es vivir el momento presente, el día nunca coincide con lo que tenías pensado hacer. Hacer 4 cosas en África, segun mis cálculos, es toda una semana. Cosa que en Europa puedes llegar a hacer miles de cosas al día sin ser consciente.
De pequeñita me enseñaron que en la vida todo lo que debía hacer tenía que ser útil e importante para que tuviera valor.
Poco a poco mi percepción por suerte va cambiando!. Realmente paso muchas horas "muertas", horas en las que sientes que no haces nada, bueno sí; ESPERAR SIN ESPERAR JAJAJA. Y en este estado es cuando me surgen todo tipo de vacíos. Te preguntas si todo esto tiene sentido.
Al final la respuesta llega por sí sola. Ya que lo que parecía tan pequeño y absurdo de repente se convierte en algo grande. Y con el tiempo te das cuenta que la espera ha valido la pena!.
Quiero pensar que si este "poquito" que consigo cada día es de corazón ya tiene por sí solo su sentido y su valor.
Gracias África por recordarme esto cada día. Por recordarme que lo pequeñito también puede ser GRANDE. Y que en los detalles se encuentra la respuesta.
GRACIAS!