En Burkina este concepto, se desvanece de una manera tan brusca que hasta da miedo!. El Cliente aquí, es el último de la fila. El concepto Cliente, pasa a ser: Venga vaaaaa, COMPRA y RAPIDITO que estoy cansado!.
La verdad que, en este caso, prefiero conservar la visión que me enseñó mi Padre, porque he comprobado que de otra manera, no funciona.
Aquí un Cliente diríamos que es considerado una persona cualquiera que a pesar de que se interesa por tus productos, tienes derecho a tratarle como te da la gana. Incluso enfadarte con él si no te compra el primer día.
Precisamente en un País donde lo que más necesitan son Clientes fieles para el futuro de sus comercios, el trato al cliente es totalmente PASIVO.
Las técnicas de ATENCIÓN AL CLIENTE son radicales:
- Pides una camiseta y con toda la decisión, el comerciante entra en su tienda-almacén y después de buscar la prenda con precisión, te saca un pantalón de hombre de la talla 46, y con una sonrisa de oreja a oreja!. Digo yo, que ajustarse un pelín al público sería necesario no?.
- Entras en el Banco y te acercas a la ventana de Atención al Cliente, allí está la secretaria con sus papeles. Te ve pero... sigue con sus papeles, uno a uno hasta que por fin acaba de firmarlos. Cuando por fin acaba, piensas que te va a atender pero... se levanta y se va al lavabo. Al cabo de unos minutos vuelve y entonces piensas que por fin ya te toca pero... se vuelve a ir porque le han llamado a su movil personal. Y así hasta que, después de media hora, se digna a preguntarte; Y Usted, que quiere?.
Para empezar, cuando rozas una tienda, aunque solo sea a pocos metros, significa: Cliente puede comprar lo que sea!. Es decir, para que esforzarse en atenderle en base a sus necesidades?. Así que, el vendedor te enseña modelo a modelo todo lo que hay disponible en su comercio... ya sea objeto... metal... bronce... ropa, de mujer, de hombre, de niño, 5 tallas más que la tuya... LO QUE SEA!.
Un comerciante puede acabar con toda tu paciencia si no estás preparado para recibir sus técnicas invasoras y un tanto surrealistas.
- Una vez buscaba un lote de pelotas de fútbol que nos había encargado una ONG. Fui con un amigo al Mercado Central, y un hombre todo decidido, nos dijo; Venid venid, yo tengo el producto que buscáis!. Uffff pensé!. Fuimos a su tienda y todo emocionado nos saca de su almacén una sudadera de mujer 3 tallas más pequeñas que la mía y me dice; SPORTIF SPORTIF jajaja. Está claro que relacionó “pelota de fútbol” con la temática “deportiva”, pero vamos, le solté un moco que creo que me ha condenado como la clienta estupida del barrio. Solo por aconsejarle que como mínimo acierte en la talla.
Unos cursos de Marketing de Venta no vendrían mal por aquí. Quizás porque al dedicarme al turismo junto con mi marido, bastantes veces hemos llevado gente a comprar por la ciudad, motivados, y con ganas de gastar en algún regalo pero... al poco rato hemos tenido que salir corriendo de agobio, de cansancio, o simplemente haaaaaartos.
En el momento intentas explicarles a los comerciantes, que van persiguiéndo al cliente desesperadamente, sin respetar su espacio vital;
- Tranquilos, de uno en uno. Dejad pasar y ver la tieeeeeeeeeeeenda.
No hay manera. Te cortan el paso, te hablan 8 personas a la vez, discuten entre ellos, te acorralan a 40º de temperatura hasta que todo empieza a molestarte. Querías comprar pero ya se te han pasado las ganas y la paciencia.
Total, pasas a la fase de gritos para ver si por última vez y oportunidad lo entienden:
- DEJAAAAAAAAADNOS VER LA TIENDA, QUE VAMOS A COOOOOOMPRAR.
Nada. Todo sigue igual, hasta que decides huir. Tu objetivo simplemente ha pasado de COMPRAR A HUIR. Entonces, todos los comerciantes se enfadan contigo, perdiendo el respeto a un Cliente que simplemente ha huído del propio vendedor.
A la izquierda de la imágen, aunque no lo parezca, hay una Turista intentando comprar y respirar a la vez...
Total que el bucle va creciendo y creciendo... simplemente creciendo.
- Este post se lo dedico al grupo de Españoles que hace poco nos aventuramos a comprar camisas en pleno GRAN MERCADO CENTRAL!. Por supuesto salímos por patas!!!. Pero después tuvimos más suerte en otro mercado más pequeño, en otra parte de la ciudad, que resistimos hasta poder volver a casa con LAS CAMISAS.
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